En tiempos de conflictos, como ahora vivimos, es usual ver a los beligerantes cargados de rabia hacia sus oponentes. Y siempre hay espacio para que los derrotados, hubieran querido un final diferente, donde ellos fueran los vencedores. Ello; ese sentimiento de añorar la victoria que en otros se vieron representada, es la venganza.
El ser humano no es por naturaleza vengativo, según nuestro criterio. Puede ser, que con el transcurso de los años, con la experiencia vivida, se vuelvan vengativos. Pero nadie nace desempeñando este rencor.
Aunque hayamos mencionado la figura del vengador en la guerra. El que desea venganza para sus oponentes, puede verse a día de hoy en lo cotidiano. No hay que irse a trincheras y bombardeos para ver como en su mayoría, el ser humano se ha convertido en algo, cargado de rencor. Esto principalmente debido a que nuestra sociedad es competitiva, el sistema nos induce a querer ser más que el otro, desear lo que otros tienen. También se puede ver, como esta conducta es derivada de culpabilizar a otros de nuestros errores o fracasos.
La pregunta que nos hacemos es: ¿Es la venganza una mala conducta?
Dejamos la pregunta abierta para haceros pensar, para nosotros no existe una respuesta firme que la abale positivamente o negativamente.
Lo que nos atañe, es analizar la venganza desde un punto comunicativo.
Conocer el efecto que tiene en la comunicación. Ya que ésta, interfiere en ambas direcciones (vencedores y vencidos).
Desde la Comunicación, encontramos diferentes arquetipos del vengador:
El justiciero: Piensa que su perder es provocado injustamente, le preocupa que pueda haber más vencidos por el mismo atacador.
El orgulloso: No puede verse como perdedor. Por amor propio trama una venganza para quién le haya hecho perder.
El perdedor: Asume la derrota, aunque sienta atisbo de venganza.
El negacionista: Niega la derrota, pero en su interior albergan ganas de vengar su perder.
Aún podríamos continuar con más arquetipos que aparecen sí desde una perspectiva filosófica siguiéramos. Pero nosotros , para finalizar queremos proponer uno:
El comunicativo: Esta postura, para nosotros es la más eficaz para vengarse. El comunicativo, no actúa con palabras, ataques o burlas. El comunicativo es quien mejor se adapta a las circunstancias, quién mediante su actuación se venga de su/s contrincantes. Esta actuación es real, representa al individuo que está totalmente seguro de que él era el merecedor de la "disputa". Su actuación, deriva de su pensamiento, su manera de ser y su consciencia. Lo titulamos el comunicativo, porque aunque de forma verbal no atienda a responder, siendo el/la mismo/a está demostrando o expresando que no le afecta su derrota. El silencio también comunica y también vence. Vencer y vengarse de forma pacífica es un plus que bajo nuestro punto de vista debe darse a este tipo de vengador. Algo importante es que el sujeto no puede delimitarse y actuar por impulso, falsa apariencia o exageración. Tiene que comunicar la verdad, la verdad que habita en su interior y es el "motor" que le hace actuar. Con esta postura, está comunicando que él no quiere guerra, no quiere conflicto; tan sólo libertad. La libertad que le han arrebatado por otros medios más "crueles". Bajo nuestra postura, la libertad es el fin último que debe perseguir el ser humano. Y acostumbrándose a esta postura, se está entrenando, perfeccionando su conducta y consciencia para ser verdaderamente libre.
La verdad, es una herramienta que junto al amor, pueden con todo. Eso sí, a largo/medio plazo, no se puede ser impaciente en lograr la "victoria".
Comunicar la verdad, puede hacer vencer a cualquier ser o grupo que persiga dañar.
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