De memoria, recuerdo de una clase de la facultad referida a la comunicación no verbal, que eran 6 las emociones básicas que un ser humano podía representar en su cara, gesto, actitud…
Estas son: La alegría, la tristeza, la ira, la sorpresa, el susto y el miedo.
Por la experiencia en el mundo de la comunicación que amaino, y dando por hecho que en otros sectores empresariales también, anuncio una nueva emoción a valorar: La envidia.
Bajo mi punto de vista, es una emoción desgraciadamente muy típica en el ser humano. Y no se controla. Con <<Controlar>>, nos referimos, a que no se presta la atención necesaria para su manejo, para no provocar consecuencias negativas en otros individuos o incluso a nivel global. Si de mi dependiera, incluiría la envidia en libros de textos de niños, anunciaría en televisión los efectos desbastadores que provoca y me atrevería a dar conferencias a como vivir sin esta emoción.
Comunicativamente, podemos descubrir al envidioso, al igual que identificamos al que tiene ira, sorpresa, alegría…
Los rasgos más identitarios que encuentro en esta emoción son los siguientes:
—Mirada focalizada y duradera. Quién te envidia te echa una mirada que da miedo. En mi opinión, estas personas no la pueden controlar del todo, y cuando son conscientes que le devuelves la mirada, responden observando otro punto; evitan el retorno de un contacto visual.
—Actitud agresiva. Creo que, los que padecen esta emoción, más allá de lo que involucraría a la psicología, se sienten amenazados, y buscan protección en un poder irreal que realmente no poseen.
—Contenido vacío. Bulos, comentarios parecidos a leyendas, amenazas…Los envidiosos normalmente carecen de imaginación, recurren al igual que los nazis a una “Propaganda de difamación”
—Palabra tabú. Según mi criterio esta emoción, al verse como algo negativo hasta por el propio emisor, intenta apoyarse en otros intermediarios u emisores. Buscan fomentar la vitalidad social, ganar puntos con una falsa realidad.
Como digo, este fenómeno debería de analizarse y controlarse, bajo mi criterio el mundo lo necesita.
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